– Los expertos recuerdan que los daños ocasionados por tratamientos de carillas mal ejecutados son «irreversibles»

MADRID, 14 (SERVIMEDIA)

El Consejo General de Dentistas denunció este miércoles los primeros seis casos de pacientes españoles que viajaron a Turquía para hacerse tratamientos dentales y que «han fracasado», por lo que están siendo tratados en España. Según los expertos, el tallado «tan agresivo» de los dientes que les practicaron «favorecerá a largo plazo una afectación periodontal» y los daños ocasionados por tratamientos de carillas mal ejecutados «son irreversibles».

El Consejo General de Dentistas precisó en un comunicado que, en concreto, el dentista Ferrán Llansana ha comunicado que en su clínica ya ha atendido a seis pacientes españoles de entre 30 y 35 años que, tras volver de Turquía, «intentan arreglar los daños que les han causado».

Cuatro de ellos se trasladaron hasta ese país de manera «organizada» desde Mallorca acompañados por «un representante que les ponía en contacto con la clínica turca», según Llansana, que agregó que todos viajaron para realizarse tratamientos estéticos con rehabilitación de carillas cerámicas por un precio más barato que en España, «pero sin saber qué dentista los iba a atender».

A su juicio, el «motivo principal» del «fracaso» de estos tratamientos es la «ausencia de una planificación exhaustiva». «Una buena planificación permite obtener el mejor resultado estético con el menor tallado del diente», sentenció, convencido de que las preparaciones dentales que les practicaron a estos pacientes «eran más parecidas a las que se realizan para colocar fundas que para carillas mínimamente invasivas».

En paralelo, constató en todos estos casos una «falta» de trabajo con instrumentos como el microscopio y estimó que los profesionales que les atendieron no invirtieron «el tiempo necesario en realizar una correcta simulación del tratamiento que garantice el volumen final de la restauración».

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AFECTACIÓN A LARGO PLAZO

«Se realizaron procesos más estándar y no lo adecuado en estos casos, como es planificar el volumen final de la restauración y después reducir apenas 0,2 o 0,3 milímetros de diente o incluso descartando aquellos casos que previamente precisen de tratamientos complementarios», subrayó, convencido de que el tallado «tan agresivo» de los dientes que les han practicado «favorecerá a largo plazo una afectación periodontal».

En la actualidad padecen periodontitis apicales agudas que requirieron endodoncia en algunas de las restauraciones, así como «molestias» en la masticación además del «disgusto estético». «En pocos meses, dada la adhesión realizada en la dentina y los dudosos protocolos adhesivos, los descementados de las restauraciones cerámicas podrían ir en aumento», auguró el experto.

Tras aconsejar a los ciudadanos que se pongan «en manos de dentistas que les puedan garantizar los resultados estéticos y funcionales que buscan, dedicándoles el tiempo que se merecen», quiso «aclarar» que «no siempre» las carillas son «la solución a corto plazo, sino el proceso final de la solución al problema».

Por su parte, el presidente del Consejo General de Dentistas, el doctor Óscar Castro, hizo «un llamamiento» a todos los profesionales que trabajan en España para que notifiquen a los Colegios Oficiales de Odontólogos «todos los casos de pacientes que hayan recibido un tratamiento fallido» en Turquía e instó a los propios colegios a que «trasladen» esa información al organismo que preside para «poder tomar las medidas legales oportunas».

«No todas las clínicas dentales turcas realizan malos tratamientos. Como en todas partes, existen dentistas muy cualificados que trabajan con gran profesionalidad, pero el problema está en aquellas clínicas en las que la persona es tratada como un número más y no como un paciente único», resolvió.

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