MADRID, 11 (SERVIMEDIA)

Los españoles descargaron ilegalmente un total de 5.268 contenidos digitales en 2022, un 2,5% menos que en 2021 y una caída de alrededor del 11% desde 2018, según consta en el ‘Observatorio de piratería y hábitos de consumo de contenidos digitales 2022’.

Este trabajo, elaborado por la consultora GfK a instancia de la Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos, se presentó este lunes en el Museo Arqueológico Nacional (MAN) con la presencia del ministro de Cultura y Deporte en funciones, Miquel Iceta.

El informe pone de manifiesto que los españoles piratearon un total de 5.268 contenidos, un 2,5% menos que en 2021 y una caída de alrededor del 11% desde 2018. Esta cifra representó un perjuicio de 1.195 millones de euros para las industrias, un quebranto para las arcas públicas de 551 millones de euros y la imposibilidad de crear 85.358 puestos de trabajo directos e indirectos.

En su intervención, Iceta afirmó que la piratería «disminuye muy poquito, pero no desaparece», y refrendó que su ambición es que aquélla «desaparezca porque es un robo a las industrias culturales» y «un expolio a la cultura».

Luego de confirmar que este asunto se discutirá en la reunión informal de ministros de Cultura de la UE que se celebrará este mes en Cáceres, atestiguó que «nada es gratis», por lo que «si queremos cultura, necesitamos creadores», y que éstos «sean bien remunerados».

En ese sentido, refrendó que «la cultura es un bien público esencial», y si así se considera, consideró fundamental «defender los derechos de los creadores».

Iceta también fue optimista sobre la creación de la Oficina Española de Derechos de Autor y Conexos, cuya puesta en marcha se pospuso por el adelanto de las elecciones generales, ya que es un asunto que suscita consenso entre todas las fuerzas políticas.

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PIRATERÍA

Por sectores, la música repite como la industria cultural más castigada, al registrar un total de 2.351 millones de accesos ilegales, seguida de las series (986 millones) o las imágenes (595 millones).

En cuanto a las personas que acceden a contenidos ilícitos, la industria más afectada ha sido la de los libros, con un 35% de consumidores, seguida de la música (32%), los periódicos (26%), las imágenes (26%), las películas (24%), las series (20%), el fútbol (20%), los videojuegos (18%), las revistas (17%) y las partituras (4%).

El valor total de los contenidos descargados asciende a 33.056 millones de euros, de los que 10.272 corresponden a la música, a la que la piratería le ha causado un perjuicio de 543 millones de euros, seguida de las películas y series (387 millones), revistas (255), periódicos (240), libros (217), fútbol (170), videojuegos (159), imágenes (43) y partituras (23).

Las personas situadas en la franja de edad comprendida entre 11 y 14 años aseguran que la piratería es inocua y que no está castigada; mientras que los adultos entre 25 y 44 años explican que piratean para evitar pagar por algo que luego puede no gustarles o por la urgencia de acceder a novedades. Los mayores de 45 años son quienes menos distinguen entre portales legales y afirman que piratean amparándose en que ya están pagando una conexión a Internet.

A pesar de ello, el 63% de las personas que piratean contenidos piensan que los creadores y las industrias de contenidos culturales y de entretenimiento representan un «sector estratégico» para la economía y el empleo en España; el 62% cree que la oferta legal de cultura y deportes es «muy fácil»; y un 60% afirma que en el país existe suficiente oferta legal para el consumo de estos contenidos.

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Los buscadores se mantienen como el método más utilizado para encontrar webs de contenidos gratuitos (60%), siendo Google el más usado al acaparar el 94% de las búsquedas. Las redes sociales más empleadas fuero Facebook (45%), Telegram (38%), YouTube (37%), WhatsApp (30%) e Instagram (27%).

Las principales fuentes de financiación de los portales que ofrecen este tipo de contenidos son el tráfico de datos personales y la publicidad. Al mismo tiempo, el 20% de ellos ha pagado por acceder a ellos, siendo PayPal (48%), la tarjeta bancaria (42%) y las criptomonedas (10%) las principales vías de pago.

CIERRE DE PÁGINAS

A su vez, el 55% de los consumidores de contenidos ilícitos ha intentado acceder a portales que ya habían sido cerrados. Al 22% de ellos les fue explicada la razón del cierre y al 13% los redirigieron automáticamente a otros sitios donde pudieron seguir descargándose ilegalmente contenidos.

El 80% de los internautas considera positivo el cierre o el bloqueo del acceso a páginas webs piratas; mientras que el 76% abandonaría estas prácticas si los datos de su tarjeta pudieran ser robados, un 72% lo haría si un virus infectara sus dispositivos, un 65% si se vendieran los datos que aportan para acceder a contenidos gratuitos y un 36% si corrieran peligro los puestos de trabajo en el sector cultural.

El 71% de las personas reconoce que no accede a portales de contenidos gratuitos por temor al fraude con los datos personales o a delitos cibernéticos, y el 68% a los virus informáticos. Además, el 55% considera que la oferta legal es «amplia y suficiente para satisfacer las necesidades» y un 52% no desea perjudicar a los artistas y a los creadores de contenidos.

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Ante esta situación, la Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos reclamó un «compromiso drástico» del Gobierno y de todas las autoridades políticas para «reforzar definitivamente la lucha contra la piratería, un «extraordinario refuerzo de los recursos penales y materiales» en la vía administrativa y en las unidades especializadas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y la puesta en marcha de un fiscal adscrito al Fiscal de Sala de Criminalidad Informática que atienda de forma especializada y coordinada los delitos contra la propiedad intelectual.