– Recuerda que la tasa Arope cifra en el 21,7% los españoles en riesgo de pobreza

MADRID, 27 (SERVIMEDIA)

El Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, denunció este martes en el Fórum Europa que «hay más Cañadas Reales en España», en referencia a los asentamientos de «infraviviendas» y «chabolas» en los que viven decenas de familias cerca de Madrid capital y que llevan dos años sin luz.

Así lo aseguró durante su intervención en este encuentro organizado en Madrid por Nueva Economía Fórum, donde subrayó que los últimos datos de la Red Europea contra la Pobreza (EAPN), de 2021, eleva la tasa de personas en riesgo de pobreza del 21% al 21,7% en doce meses.

«La pobreza es un problema matriz y doloroso del que todos debemos sentirnos responsables», interpeló el Defensor, que considera que «no hay derecho a que en nuestra sociedad haya esta situación de pobreza».

Desde su perspectiva, «la cohesión social es determinante y el respeto a la dignidad de la persona y a sus derechos inviolables es el fundamento de la convivencia democrática y de la paz social».

Gabilondo se hizo eco de que a su oficina llegan «muchas quejas» de personas vulnerables que, además, tienen dificultades con la burocracia para pedir, por ejemplo, ayudas como el Ingreso Mínimo Vital, como ha detectado también en las visitas que ha realizado a las familias que viven en la citada Cañada Real Galiana de Madrid. «Pido públicamente que se interiorice que hay esta pobreza en nuestro país, en un país rico», reclamó.

«Tiene dimensiones de emergencia humanitaria, pero hay más cañadas reales en España», denunció, pues «en España hay recursos para que no exista pobreza». Así, hizo un llamamiento «a que ese problema se enfrente y se resuelva».

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Gabilondo también recordó que una buena parte de las quejas que recibe su institución están relacionadas con los servicios sociales y asunto como las políticas de sanidad y educación, el acceso a las ayudas y las dificultades administrativas.

«Lo que tenemos que tener son muy buenas políticas sociales y servicios públicos», pues «no hacemos lo suficiente por las personas en vulnerabilidad, no hacemos políticas transformadoras», reflexionó tras ser preguntado por la necesidad de que los gobernantes implanten medidas para que la inflación no condene a más familias a la vulnerabilidad.

FUNCIONES DEL DEFENSOR

Gabilondo arrancó su discurso explicando las funciones que establecen para su institución la Ley Orgánica del Defensor del Pueblo.

«Nuestra guía son los derechos fundamentales y los derechos humanos», dijo. «Al tratarse de derechos humanos que son fundamentales y universales, esto se hace incompatible con la superioridad de una persona, de un pueblo, de un grupo o de una clase social. Los derechos humanos son interdependientes e indivisibles», añadió.

Asimismo, aseguró que la institución tiene «carácter dinámico y práctico» y que «debe intervenir decisivamente en la defensa de los derechos fundamentales y estar atentos a los procesos de transformación social», además de «ser decisivo en la búsqueda de espacios e convivencia y de concordia». «El diálogo no es ajeno no elude el conflicto» pero «la buena voluntad tiene mucho poder», prosiguió.

Gabilondo también hizo hincapié en que la institución «no tiene función ejecutiva de ningún gobierno». «Aunque toma posición y hace resoluciones, recomendaciones y propuestas, no es una instancia para intentar mantener, poner o quitar gobiernos. De nuevo una improcedencia, que resultaría, por otra parte, arrogante», expuso. «No somos un órgano de control de ningún gobierno», zanjó.

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