– Pide a los partidos que para las instituciones judiciales «nombren a unos cuantos de los mejores y reclamen sosiego a sus afines judiciales y mediáticos»

MADRID, 22 (SERVIMEDIA)

El Consejo General de Procuradores ha otorgado este jueves el Premio Excelencia y Calidad en la Justicia a Benigno Pendás, presidente de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas y actual presidente del Instituto de España.

El acto se celebró en el Palacio de la Bolsa de Madrid y asistieron, entre otros, los ‘padres’ de la Constitución Miquel Roca y Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón; el presidente del TSJ de Madrid, Celso Rodríguez Padrón; el magistrado del Tribunal Constitucional y exministro de Justicia Juan Carlos Campo, y el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy.

Con este premio, los procuradores reconocen la trayectoria política, científica o cultural desarrollada en el ámbito del Derecho, teniendo en cuenta de manera especial la actuación en la promoción y defensa de las instituciones, del derecho de propiedad y de la seguridad jurídica y, en consecuencia, del desarrollo económico y la paz social. Este premio se enmarca dentro del Día Nacional de la Procura.

El presidente del Consejo General de Procuradores, Juan Carlos Estévez, destacó que Benigno Pendás encarna las cuatro virtudes cardinales: prudencia; justicia; fortaleza y templanza. «El rigor y la brillantez de su obra, de su papel como jurista y como historiador, lo hace único. Su obra ha sido ampliamente reconocida en el mundo del Derecho y de la Historia y ha merecido la crítica más unánime por su aportación investigadora, su fidelidad documental y su depurado estilo literario». Además, resaltó que Pendás es «fundamentalmente un hombre bueno», un hombre muy justo, defensor acérrimo de la libertad política y del sistema constitucional.

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Benigno Pendás centró buena parte de su intervención en su discurso de agradecimiento, titulado ‘Una defensa activa del Estado de Derecho y de las instituciones’, en analizar la situación de la Justicia en España, el valor y vigencia de la Constitución de 1978, la necesidad de fortalecer las instituciones y en advertir los riesgos que puede conllevar el populismo.

Así, y tras defender que la próxima legislatura sea realmente «de la Justicia», el presidente de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas señaló que, en su opinión, actualmente hay un claro «abuso del decreto-ley, las leyes promocionales (cuando no abiertamente absurdas), la mala calidad técnica de las normas o la indefinición de los derechos en la era digital» y que, en relación con lo anterior, es necesario adelgazar la «selva» jurídica que nos oprime: legislar menos, mucho menos y legislar mejor, mucho mejor».

Junto a ello, Pendás aludió a la «imagen rigurosamente contraria a la verdad», como es la politización de la mayoría de los órganos judiciales, «así como la política partidista que se prolonga por otros medios». Todo ello hace, añadió al respecto el galardonado, que la impresión que se transmite al ciudadano «resulta demoledora», donde se piensa que los políticos transmiten órdenes a los jueces en determinados procesos «por Wats App», algo totalmente erróneo y falso.

De esta forma, consideró Pendás imprescindible la necesidad de fortalecer las instituciones «en un marco de concordia y diálogo que se echa de menos en una sociedad políticamente polarizada». En este punto, y en relación con instituciones como el Tribunal Constitucional o el Consejo General del Poder Judicial, lanzó un claro mensaje a los partidos políticos: «Pónganse de acuerdo los partidos; nombren a unos cuantos de los mejores, y reclamen sosiego a sus afines judiciales y mediáticos».

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POPULISMO

Por otro lado, defendió la plena vigencia de la Constitución de 1978 en todos sus extremos: «Es tiempo de cumplir y hacer cumplir la Constitución y no de abrir procesos de reforma con resultado incierto, a falta de un «proyecto sugestivo de vida en común» que compartimos en 1978, pero que ahora no existe», y ello porque, añadió, «el ADN de la Constitución sigue siendo plenamente válido».

De esta forma, lanzó a todos los actores sociales y políticos a pensar y actuar «en términos institucionales», sobre todo en un sistema tan polarizado como el nuestro. las fracturas ideológicas actuales son muy preocupantes para la concordia cívica: «Es el escenario preferido por el populismo, forma contemporánea de la demagogia. Mucho cuidado con la crisis de legitimidad que amenaza al sistema democrático: por fortuna, no estamos ante una «quiebra» pero sí ante un deterioro preocupante. Hay que frenarlo a tiempo».

Por último, y en relación con los procuradores, Benigno Pendás se mostró partidario de ampliar sus funciones, toda vez que la figura del procurador «sirve de intermediario entre el justiciable y el órgano jurisdiccional», y en un mundo donde el ciudadano ve la Justicia como algo lejano y distante, «la Procura actúa como lugar de encuentro».