MADRID, 22 (SERVIMEDIA)

Un total de 168.000 personas procedentes de Ucrania recibieron protección temporal en España desde el 24 de febrero de 2022, cuando empezó la invasión rusa.

Esta cifra convierte al país en el quinto de la UE que más ciudadanos de Ucrania ha recibido, según declaró este miércoles el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, que hizo balance de este primer año de acogida tras visitar el centro de recepción de Pozuelo de Alarcón (Madrid).

En su opinión, «España ha sido un país especialmente generoso» con el pueblo ucraniano y «si consideramos lo lejos que estamos» la cifra de llegadas resulta «muy significativa». Señaló que Italia o Francia, que «tienen más población y están más cerca», han acogido menos refugiados.

El ministro añadió que del total de refugiados de Ucrania en España, 82.000 se han empadronado en sus distintas localidades y 78.000 tienen ya su tarjeta sanitaria.

Además, hay 14.000 trabajadores ucranianos que ya están dados de alta en la Seguridad Social y unos 36.000 niños y adolescentes se han matriculado en el sistema educativo. De hecho, «España es líder de la UE en cuanto a escolarización de estos menores», recalcó.

Escrivá indicó que también hay «un número indeterminado de ucranianos que podrían haber vuelto» a su país, para hacer gestiones, evaluar la situación, etc.».

RITMO DE ENTRADAS

Desde el verano, España recibe «unas 1.000 peticiones de protección temporal de ciudadanos ucranianos a la semana», apuntó Escrivá.

«Las llegadas más intensas –unas 8.000 a la semana—tuvieron lugar entre marzo y abril», detalló, y de mayo a principios de julio se registraban alrededor de 4.000 semanales.

Quizás también te interese:  Explora las Mejores Tiendas de Alimentación en Collado-Villalba para Comprar tu Comida

El ministro explicó que existe además un plan de contingencias en previsión de un repunte de entradas por el invierno. Sin embargo, «estamos ya muy avanzados y vemos que no se ha producido».

ACOGIDA

Unas 35.000 personas procedentes de Ucrania han sido atendidas en el sistema Nacional de Acogida, donde actualmente permanecen 18.000. «Vemos, pues, que la gran mayoría se fue con familiares o amigos que ya vivían en España», señaló.

Además, el Ministerio de Inclusión puso en marcha los Centros de Recepción, Atención y Derivación (Creade) de Pozuelo de Alarcón (Madrid), Barcelona, Alicante y Málaga.

En estas instalaciones se registra y proporciona documentación a los refugiados en Ucrania en menos de 24 horas, se les realiza una entrevista personalizada para detectar sus principales necesidades y, en caso de ser necesario, se les deriva a un recurso del sistema nacional de acogida.

En su intervención, Escrivá agradeció la colaboración del Ministerio del Interior, que se ha ocupado del registro y documentación, así como la de los departamentos de Defensa, Derechos Sociales y Transportes, entre otros.

Alabó, además, la labor de las ONG, con una especial mención a aquellas que han trabajado en los Creade (ACCEM, CEAR y Cruz Roja), y subrayó de manera especial la participación de ayuntamientos y comunidades autónomas, «encargados últimos de proporcionar educación, salud y los distintos servicios sociales».

También puso en valor la participación de empresas como Ikea, de escuelas de cocina y de «tantos particulares», y se refirió al programa piloto puesto en marcha junto a Fundación La Caixa para la acogida en familias.

DISTRIBUCIÓN TERITORIAL

Del total de ucranianos llegados a España, el 30% se ubican en la Comunidad Valenciana, sobre todo en Valencia y Alicante; un 25% están en Barcelona; un 15% en Madrid, y hay cerca de un 10% en Andalucía (sobre todo en la provincia de Málaga). Del mismo modo, el Creade de Barcelona fue el que más personas atendió, seguido de los de Alicante, Madrid y Málaga.

Quizás también te interese:  Descubre las Mejores Tiendas de Alimentación en Ronda: Encuentra los Productos Locales de Calidad que Estás Buscando

Escrivá destacó que el Gobierno de España decidió extender la protección temporal a cualquier persona que residiera en Ucrania antes de la guerra, no solo a sus nacionales, y recordó que el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones recibió un crédito extraordinario de 1.200 millones de euros para atender todos los gastos en que las administraciones pudiesen incurrir en la atención a los refugiados.

Estos fondos incluyen el funcionamiento de los Creade, prosiguió, pero también el pago a las comunidades autónomas para la prestación de servicios y las ayudas directas de 400 euros (más 100 euros por menor a cargo) que se aprobaron para personas sin recursos fuera del sistema nacional de acogida.

En concreto, 40.000 personas y 13.000 familias deberían beneficiarse de estas ayudas, que «en algunas comunidades van más deprisa que en otras».

Según Escrivá, las autonomías insistieron en su gestión, «y ahora que ha pasado el tiempo, veo que a lo mejor, nosotros hubiésemos sido más rápidos» en su gestión. Aseguró que los fondos están transferidos desde octubre y que desconoce el estado exacto de su tramitación.

PERFILES

De las 168.000 personas que han llegado de Ucrania estos últimos 12 meses, casi el 31% son menores, y de los adultos, el 70% son mujeres.

Podría decirse que «la familia tipo es la de una mujer sola, de 35 años y estudios superiores, con dos niños a cargo», indicó Escrivá.

A España también llegaron 66 niños para recibir tratamientos médicos, sobre todo oncológicos»; 466 menores huérfanos, 93 de ellos con discapacidad; adultos con enfermedades graves, y 105 militares heridos.

De los ucranianos que ya trabajan, el 56% son mujeres, que según Escrivá, se ven mucho más afectadas por los temas de conciliación. Agregó que en general, el principal problema para su inclusión laboral es el desconocimiento del idioma, «casi ninguno sabe español», a lo que se suma, pero en menor medida, la falta de habilidades digitales.

Quizás también te interese:  Las personas impulsivas se adhieren peor a patrones dietéticos saludables, según un estudio

Otro aspecto a considerar es que muchas personas quieren volver a su país lo antes posible, explicó Escrivá, de modo que «no manifiestan una especial inclinación a desarrollar aquí su carrera laboral». Incluso hay quienes siguen trabajando para sus empleos en Ucrania, «si la tecnología se lo permite».