MADRID, 03 (SERVIMEDIA)

El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, juzgó este viernes de «bofetada en la cara de todos los españoles y españolas» la decisión de Ferrovial de trasladar su sede social a Países Bajos, haciéndolo, además, con «argumentos absolutamente falsos que van contra el interés general de nuestro país».

En rueda de prensa, Álvarez afeó que la empresa apunte entre sus argumentos que adopta esta decisión para desarrollar su actividad en un marco con más seguridad jurídica. «¿Decir que se hace por falta de garantías jurídicas? Alguien tiene que decirnos cuáles», apuntaló.

En opinión de Álvarez, España es un país «jurídicamente muy seguro y fiable y vienen cada día inversiones extranjeras a nuestro país». Para el líder sindical, «no hay ninguna inseguridad jurídica. Hay un deseo de una empresa que tiene una composición de su Consejo de Administración muy familiar que quiere sacar el domicilio social» de España y llevarlo a Países Bajos como «estación» para un «destino final» que es Estados Unidos.

«No me parece que sea casual que en un momento en el que el país está en un debate tan acalorado electoral aparezca esta decisión de la manera que ha aparecido y con las connotaciones que la empresa ha dejado correr. Hay intencionalidad política porque la familia propietaria de Ferrovial con esto quiere hacer política», abundó Álvarez, lo que dijo que es todavía «más injusto» con los ciudadanos.

EMPRESA MOROSA

El líder de UGT cargó contra Ferrovial indicando que no ha respetado a los autónomos. La calificó de «empresa morosa, que paga mal y que incluso a algunos autónomos se los ha llevado por delante » por sus acciones.

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Por esta razón, manifestó que echa en falta que las asociaciones de autónomos del entorno de la CEOE digan algo al respecto, como tampoco lo hicieron cuando la banca dificultó, en opinión de Álvarez, la llegada de los créditos ICO durante los peores momentos de la pandemia.

Igualmente, cargó contra quienes ligan la decisión de Ferrovial con la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), ya que este indicador en Países Bajos ronda los 2.000 euros, muy por encima de los 1.080 de España.

«Hay empresarios en este país, grandes capitalistas, que solo se acuerdan de España cuando se tienen que ir a manifestar o subvencionar a aquellos partidos que ponen la bandera por delante de todo lo demás», denunció Álvarez.

El responsable de UGT concluyó, aludiendo a Ferrovial, de la que dijo que es una empresa que «se forja» en la dictadura franquista en una situación de «privilegio», que «cuando se trata de defender los derechos económicos de nuestro país la bandera pasa a un segundo lugar».