MADRID, 25 (SERVIMEDIA)

La ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero, consideró este miércoles que la buena calificación que España ha obtenido en el índice de igualdad de género en la UE pone de manifiesto la importancia de desarrollar «políticas públicas feministas y valientes», aunque se produzca una «reacción» contraria a su aplicación.

Lo dijo durante su intervención en el acto conmemorativo del 40 aniversario de la creación del Instituto de las Mujeres que se celebró en el Museo del Prado de Madrid; un evento que contó con la participación, entre otros, de la directora del Instituto de las Mujeres, Ana Varela, y del director de la pinacoteca, Miguel Falomir.

Irene Montero recordó que ayer se dio a conocer que España es el cuarto país de la UE más avanzado en materia de igualdad de género, sólo superado por Suecia, Países Bajos y Dinamarca, según el índice anual de igualdad de género en la UE, elaborado por el Instituto Europeo para la Igualdad de Género (EIGE, por sus siglas en inglés).

Ante esta realidad, evocó que «cuando echamos al PP» del Gobierno España ocupaba el undécimo lugar en este ‘ranking’ y que en el momento en que ella asumió la cartera de Igualdad el país se encontraba en novena posición. «Ahora, por primera vez, estamos en el cuarto puesto», celebró.

«Sé que no nos conformamos, que queremos ser el primero», reconoció, para, a continuación, advertir de que «nos importan más las desigualdades, acabar con ellas y hacer políticas públicas» que provoquen que ese «‘ranking’ sea un reconocimiento a la realidad sexista en nuestro país».

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En ese sentido, aseveró que lo anterior es el fruto del trabajo en aras de «políticas públicas feministas y valientes, aunque haya reacción» y llamó a darse cuenta de que «juntas podemos transformar las cosas, a pesar de las feroces resistencias que hemos enfrentado, que enfrentamos y que, no tengáis ninguna duda, vamos a seguir enfrentando».

Irene Montero arremetió contra los detractores de los organismos que trabajan por la igualdad al espetarles que «un chiringuito es un lugar donde se toma un daikiri en la playa; esto es una institución pública donde se trabaja mucho y muy bien».

«REACCIÓN»

A su vez, subrayó que «siempre que hay avances, hay reacción» y testimonió que «las feministas no queremos parches, sino una transformación muy profunda de la sociedad», en un momento en que «lo viejo no termina de morir y es muy poderoso y lo nuevo no termina de nacer». A su juicio, «es verdad que lo que no termina de nacer nadie lo puede matar, sólo puede nacer», por lo que conminó a «no perder esto de vista cuando flaquean las fuerzas y cuando casi nos hacen perder la esperanza».

Luego de avisar de que existen «fuerzas muy poderosas que amenazan la democracia», reivindicó que «no hay fuerza más poderosa que el feminismo para ser motor y corazón para los derechos de todas las personas».

Irene Montero lamentó a las feministas siempre se les acuse de ir «demasiado rápido» y se les reproche que «cuando se avanza mucho se ponen en peligro los proyectos progresistas» porque «hay hombres que se enfadan y votan a la derecha y a la extrema derecha». Frente a esa tesis, manifestó que «no hay un solo gobierno progresista en el mundo que no haya contado con la implicación activa de millones de mujeres» para lograr su triunfo en las urnas.

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Desde su punto de vista, el feminismo es atacado porque representa «el eslabón más fuerte de los proyectos democráticos en todo el mundo y porque proponemos lo intransigente: transformarlo todo».

La ministra de Igualdad culminó su discurso sugiriendo al Instituto de las Mujeres lo siguiente: «Que no os echen de menos; es mejor que os echen de más». «Que viva el Instituto de las Mujeres y que viva la lucha de las mujeres», exclamó.

«RELACIONES MÁS JUSTAS»

Por su parte, Ana Varela rememoró que el Instituto de las Mujeres fue creado hace 40 años en el Museo del Prado, una década después de la constitución de organismos análogos en los países del entorno de España.

Defendió que «el feminismo se ha caracterizado por visibilizar y señalar problemas sociales que no se percibían como tales y por aportar, más allá de la denuncia, soluciones constitutivas de nuevas formas de relaciones sociales más justas y democráticas».

Tras condenar los asesinatos machistas en España, llamó la atención sobre el hecho de que «seguimos asistiendo a acontecimientos en el plano internacional donde la vida de las personas, niños, niñas y mujeres civiles es despreciada, desde Gaza al Mediterráneo».

Remató su intervención señalando que «la igualdad será real o no será; la igualdad será feminista o no será».

Por último, Miguel Falomir transmitió su felicitación al Instituto de las Mujeres y reseñó que «40 años son muchos años; se han hecho muchas cosas, pero quedan otras muchas por hacer».