MADRID, 27 (SERVIMEDIA)

El nuncio de la Santa Sede en España, Bernardito Auza, indicó este viernes en la Universitat Abat Oliba CEU de Barcelona que la Agenda 2030 es una iniciativa «cargada de buenas intenciones» pero que también tiene riesgo de «colonización ideológica».

Así lo indicó durante la lección magistral que impartió en el acto de la Conversión de San Pablo en la citada universidad, titulada ‘La Santa Sede y la Agenda 2030’.

La idea de impulsar una agenda global como respuesta a los problemas más acuciantes de la humanidad es algo que en lo que la Santa Sede «creía y sigue creyendo». Sin embargo, esto no significa que Roma acepte íntegramente todos y cada uno de los 17 objetivos y 169 metas planteadas o que comparta todas las interpretaciones que de los mismos han hecho los Estados o las agencias internacionales.

Esta salvedad estructuró la parte más sustancial de la lección magistral del nuncio. Las objeciones comienzan por una cuestión numérica, pues según Auza hay demasiados objetivos, por lo que «corremos el riesgo de dejar de lado los más necesarios y urgentes». Además, apreció que algunos de ellos son pocos realistas, «utópicos» en algún caso.

Por tanto, la opción de la Santa Sede habría sido una agenda con «menos objetivos, los más fundamentales, para no perder energía ni financiación en propósitos que, a veces, no son realistas».

Pero la principal advertencia fue sobre el riesgo de que la Agenda 2030 se convierta en un instrumento de lo que el Papa Francisco denomina «colonización ideológica». Sucede así cuando se proponen «soluciones preconfeccionadas» que responden más «a las prioridades del país donante que a las necesidades de los países receptores».

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IMPOSICIÓN DE MODELOS DE VIDA

Auza, que encabezaba la Delegación de la Santa Sede ante las Naciones Unidas en el proceso de negociación de la Agenda 2030, puso sobre la palestra una lógica que lesiona la autonomía de las naciones receptoras. «Se establece un nexo directo entre la aprobación de ayudas y la adopción de ideologías». De esta forma, se da una «imposición de modelos de vida» ajenos a la cultura del país. «Existe la tendencia y la intención de imponer una forma de pensamiento», dijo, citando expresamente el caso del África Subsahariana.

Además, siguiendo las observaciones ya manifestadas por Francisco, Auza también se refirió al «nominalismo declaracionista» del que peca la Agenda 2030. «Es el peligro de las organizaciones que toman decisiones no vinculantes», caer en la práctica de «apaciguar las conciencias con declaraciones solemnes y agradables».

Finalmente, y tras volver a subrayar que la Santa Sede «está de acuerdo con la mayoría de objetivos y metas», el nuncio disertó sobre algunos conceptos incluidos en la Agenda 2030 sobre los que se han formulado reservas. Así, cuando la Agenda 2030 habla de género, la Santa Sede aclara que debe ser entendido según una noción fundamentada en el «criterio biológico». De la misma manera, prefiere la expresión «promocionar» a la de empoderar y subraya que dentro el derecho a la salud sexual y reproductiva no puede caber el aborto, ni el aborto como derecho.

ABORTO

Sobre este último, destacó que «jamás ningún documento de la ONU ha mencionado el aborto como derecho. Esto es cosa de la interpretación propia de algunos países y, desgraciadamente, de algunas agencias de la propia ONU».

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Tras el nuncio, y después de la interpretación del himno de San Pablo por parte del coro de la UAO CEU, intervino el rector de la UAO CEU, Rafael Rodríguez-Ponga. «Los católicos necesitamos el magisterio de la Iglesia, y para los no católicos también puede tener interés», dijo.

En línea con el discurso de Auza, el gran canciller de la UAO CEU, presidente del CEU y de la Asociación Católica de Propagandistas, Alfonso Bullón de Mendoza, manifestó que «muchos de los objetivos de la Agenda 2030 constituyen un deber moral grave para la conciencia cristiana, sin embargo, en su conjunto, no puede ser admitida sin hacer reservar al respecto». Adicionalmente, lamentó «la completa omisión» de la religión en el documento.

Durante el actos se entregó a la responsable del Servicio de Estudiantes, Lourdes Melich, la distinción correspondiente por sus veinticinco años de servicio a la UAO CEU.