– La bajada podría superar los cuatro puntos sin la población migrante

MADRID, 31 (SERVIMEDIA)

El progresivo envejecimiento de la población en España restará entre 2023 y 2030 unos 2,8 puntos en la tasa de actividad a nivel nacional, lo que podría incrementarse en 1,6 puntos más si no se tuviera en cuenta la llegada de personas de otros países.

Esta es la principal conclusión de un artículo publicado por el Banco de España este jueves, en el que se explica que el envejecimiento poblacional experimentado durante la última década habría tenido un impacto negativo de unos 3,4 puntos porcentuales sobre el nivel de la tasa de actividad en 2022.

Este impacto habría sido heterogéneo por regiones, con una caída más intensa en las regiones del Cantábrico, donde la incidencia negativa podría alcanzar hasta los cinco puntos, según el artículo. En el lado contrario, entre las regiones con menores caídas, destacarían Islas Baleares, Castilla-La Mancha y Extremadura, que han registrado un menor incremento del peso de la población más envejecida.

Para los próximos años, el artículo augura que la participación laboral caerá de manera más acusada en las comunidades del noroeste y las dos Castillas, que cuentan, en general, con poblaciones más envejecidas. Además, alerta de que «como se trata de regiones que tienden a presentar tasas de actividad más reducidas y menores niveles de PIB per cápita, este ejercicio anticiparía que el envejecimiento contribuiría a ampliar las diferencias económicas entre las regiones españolas».

GRUPOS DE EDAD

Por otra parte, el documento señala que, durante los últimos 15 años, el proceso de envejecimiento poblacional ha ido cobrando importancia de forma creciente. En la distribución de la población por grupos de edad han ganado peso entre 2007 y 2022 los colectivos en los que esta es más elevada.

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Incluso entre quienes todavía están en edad de trabajar, el Banco de España subraya el peso creciente de las franjas de edad de quienes tienen menor participación en el empleo, como es el caso de quienes tienen más de 55 años, pese a que su vida activa en el mercado laboral va incrementándose en los últimos años.

Además del fenómeno del envejecimiento, otro factor demográfico importante acaecido durante el período 2012-2022 ha sido el incremento de la población foránea, de algo más de un millón de personas en el tramo de mayores de 16 años. «Dado que este grupo poblacional es, de media, más joven y presenta mayores tasas de participación laboral, el colectivo extranjero habría contrarrestado, en parte, el impacto del envejecimiento sobre la tasa de actividad», añade el análisis, que estima que en la última década y media este indicador podría ser 0,8 puntos menor sin la población migrante.

En este punto, los expertos firmantes del trabajo (Pilar Cuadrado, Alejandro Fernández, José Manuel Montero y Francisco José Rodríguez) subrayan que solo Andalucía no habría visto cómo la inmigración habría contrarrestado el impacto negativo de la evolución demográfica de los nacionales en el mercado laboral.

De cara al futuro, los expertos sostienen que el Instituto Nacional de Estadística (INE) proyecta un «fuerte reemplazo de nacidos en España por extranjeros, que se producirá, según nuestros cálculos, en los tramos de edades centrales —entre 25 y 54 años— o tramo conocido como ‘prime age’, que se caracteriza por ser el de mayor participación laboral».