MADRID, 08 (SERVIMEDIA)
La Guardia Civil, en coordinación con Bélgica y Rumanía, ha desarticulado una organización criminal dedicada al robo a entidades bancarias mediante el uso de explosivos y que era una de las más activas de Europa en este ámbito criminal.
Según informó este viernes el Instituto Armado, en la ‘Operación Berthelot’ han sido detenidas 7 personas en diferentes actuaciones desarrolladas en España, Rumania y Bélgica. Entre los arrestados está uno de los cabecillas de esta trama, que contaba con gran experiencia y conocimientos en la manipulación de sustancias explosivas y que formaba en ello a otros delincuentes.
Las acciones de este grupo han causado gran alarma social en varios países europeos, de forma que se le pueden atribuir, al menos, 22 ataques a cajeros automáticos de entidades bancarias en España, Suiza, Alemania, Bélgica, Luxemburgo y Francia.
El método utilizado en los ataques a cajeros era el conocido como ‘Pala de Pizzero’, que causaba graves daños en las estructuras de los edificios que albergaban a las sucursales atacadas
ELEVADA MOVILIDAD
La investigación se inició en 2020 tras un ataque con explosivos contra una sucursal bancaria del municipio leonés de Toral de los Vados, donde se usó un método idéntico al visto en ataques en otros países europeos. Además del uso de un determinado explosivo, se usó un vehículo sustraído para llevar a cabo el asalto y el interior del coche fue rociado con un extintor para impedir la identificación de sus autores.
Debido a la cantidad de explosivo utilizado, los autores causaban graves daños estructurales en los inmuebles en los que se ubicaban los cajeros asaltados, así como en el resto del edificio donde se alojaba. Hechos que causaban una gran alarma social y sensación de inseguridad, más si cabe en localidades pequeñas.
Durante el transcurso de la operación se pudo comprobar la elevada movilidad geográfica llevada a cabo por los investigados. Los mismos accedían a España desde diferentes países europeos con el fin de acometer el ilícito penal, abandonando seguidamente territorio nacional.
En este punto, ha sido crucial para el éxito de la operación la cooperación policial-judicial internacional, liderando la Guardia Civil un grupo de trabajo coordinado por Europol y Eurojust, en el que han participado unidades de investigación de cuerpos policiales de Bélgica, Francia y Rumanía. Los continuos flujos de información han permitido la monitorización de los principales integrantes de este grupo criminal por distintos países europeos.