MADRID, 24 (SERVIMEDIA)
La Comisión Europea recomienda a España un ajuste fiscal del 0,7% del PIB para reducir el déficit por debajo del 3% y que proceda a retirar las ayudas energéticas globales en 2024 manteniendo en todo caso las destinadas a colectivos más vulnerables.
Así se recoge en las recomendaciones del ‘Paquete de Primavera’ presentadas este miércoles por la Comisión Europea. En relación con la deuda pública, el informe valora que ha disminuido desde 2020 favorecida por una sólida expansión del PIB, pero advierte de que su nivel sigue siendo elevado al situarse en el 113,2% del PIB al término de 2022, con una previsión de cierre del 110,6% en 2023 y del 109,1% en 2024.
Por ello, considera que «los riesgos persisten a medio y largo plazo» y señala que «los principales obstáculos que afectan a la evolución de la deuda pública están relacionados con los tipos de interés más altos y el aumento del gasto sanitario y las pensiones».
En cuanto al déficit público, prevé que continúe reduciéndose en 2023 y 2024 (a 4,1% y 3,3% respectivamente), por debajo del 4,8% de 2022. A este respecto, indica que aunque los ingresos públicos han mostrado una fortaleza considerable en los últimos dos años, registrando cifras de dos dígitos, la naturaleza estructural de ese incremento no está clara y podría influir en la mejora del déficit público en los próximos años.
Además, sostiene que España sigue experimentando desequilibrios por las vulnerabilidades relacionadas con la elevada deuda privada, pública y externa, que tienen relevancia transfronteriza pese a que estén retrocediendo.
Tras la publicación de este informe, el Gobierno destacó que la Comisión Europea confirma que la senda fiscal presentada por España cumplirá con los requisitos fiscales exigidos para 2024 y anticipa que el país formará parte del grupo de países (del que forman parte también Alemania, Francia y Portugal) que no presenten desequilibrios macroeconómicos, por primera vez desde 2012.
Además, defendió que «la responsabilidad fiscal del Gobierno y las previsiones de crecimiento de la economía española garantizan la sostenibilidad de las cuentas públicas en los próximos años».