– Presenta una guía con orientaciones para los profesionales dedicados a la infancia migrante
MADRID, 02 (SERVIMEDIA)
La representante de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) En España, Sophie Muller, subrayó este viernes «la gran complejidad» de la estructura administrativa del país de cara a que los menores no acompañados accedan a la protección internacional.
En su opinión, la gran cantidad de capas» que tiene la Administración española «ofrece muchas oportunidades de protección» pero, al mismo tiempo, «resulta sumamente compleja». Muller realizó estas declaraciones en la presentación de la guía para profesionales que trabajan con niños y niñas refugiados no acompañados elaborada junto a la Universidad Pontificia Comillas, celebrada hoy en Madrid.
Confesó que cuando llegó a España hace tres años, esta situación «tan sumamente compleja» le sorprendió mucho. De ahí nació la idea de dicha guía, para «evaluar bien el status quo presente, identificar oportunidades y dificultades y proporcionar una herramienta además a los profesionales que trabajan con estos niños».
Según apuntó, el 40% de los 100 millones de desplazados forzosos de todo el mundo son menores de edad. Dentro de estos, aquellos que requieren protección internacional se hallan en una situación «aún más difícil si cabe», prosiguió, y por eso «hemos de buscar una solución».
RECOMENDACIONES
Explicó que la guía pretende «conjugar dos principios, el interés superior del menor y la protección internacional», que según los profesionales «a veces pueden colisionar. En su presentación participaron también la directora general de Derechos de la Infancia y la Adolescencia del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, Lucía Losoviz, y el presidente de la Plataforma de Infancia, Carles López.
A juicio de Losoviz, La llegada de niños no acompañados a España es una realidad que no va a cesar y para la que debemos estar preparados». Destacó que la guerra de Ucrania «nos ha demostrado que todos los territorios» son susceptibles de acoger menores que solicitan asilo.
López indicó que en España los profesionales que trabajan con infancia migrante necesitan más formación sobre asilo y protección internacional y lamentó la ausencia de protocolos estandarizados y de mecanismos de coordinación.
Por otro lado, resaltó que «hemos demostrado un gran músculo como sociedad» a la hora de acoger y prestar protección a los niños llegado de Ucrania, pero recordó que «hay menores que cruzan el Mediterráneo o en situaciones muy complicadas en Ceuta, Melilla y Canarias que también precisan protección.
TRAJE A MEDIDA
Para Isabel Lázaro, investigadora de la Universidad Pontificia Comillas y principal autora de la guía, este trabajo ofrece recomendaciones a los profesionales en cuanto a la consecución del mejor interés para los menores.
Pretende, además, ayudar en la detección de posibles beneficiarios de protección internacional, y subrayó que «llevamos 13 años observando cómo los porcentajes de reconocimiento de asilo y protección para los niños son ridículos en comparación con los adultos de sus mismos países».
«Les ponemos un traje que les queda grande y del que siempre andamos tirando para ajustarlo bien». «Tenemos que intentar adaptarnos a sus necesidades», concluyó.